Martine Broda. Sin memoria ni

en la mejilla la confesión relámpago
un. punto fijado lejos de
quien retrocede

jugué a las tabas
un. cuerpo desmembrado
de luz

ligado por sintaxis. dolor. limo
del sueño que deposita

esa oscuridad a medida
que retrocede

***

estallando inmóvil. sin memoria ni.

el gris encuentra
un relato. se esfuma
en el sueño de las piedras

con tal que se calle
abrumado de huesos blanqueados

que sea yacente y pesado


***

espina
en mí
más clara

ya llego
dolor
horadado

olvido
clavado
de tierra

***

una enfermedad era como una enfermedad
un esquema creciente todo lo quemaba
sí. para conocer mejor

***

le gustaba
el infierno.
el tiempo
saqueando el linde del beso llamado
traicionar. aquello que deseamos idéntico
a su mueca.
máquina de repetición
ciega y sorda

***

murió a lo largo de mi mano. el odio
a ras de suelo. el frío
de la casa, tan baja como ello
aquietado despertar

***

deudora aún entre humanos
a muchos años de ti más la pala
empuñada por una mano afásica
no puedo sino más en la furia

***

no hay nada, una mano
hendida de dolor.
ya ha subido
solamenta hasta tocar. callado y aceptado.
surco de tierra viva

***

hachazo
al árbol desnudo
golpes
hasta el derribo
de tu morir en mí
por
abajo

***

la mía
solamente familiar
insoportable

hasta el fondo de los ojos apuñalados
contemplarla hasta su desaparición

que un (¿ángel?)
ceba de maldad

Deslumbramientos (trad. Miguel Veyrat)

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